Por fin la Policía ha cazado el creador del virus de la Policía

 

Por fin la Policía ha cazado el creador del virus de la Policía

La Brigada de Investigación Tecnológica detiene a un ruso de 27 años, cabecilla de “una de las mayores redes cibercriminales”, que habría usado la imagen de la Policía y de la SGAE para ‘multar’ a miles de usuarios incautos

Los ciberdelincuentes bloqueaban ordenadores y mostraban anuncios como este

Es difícil imaginar a un grupo de rusos disfrazados de policía paseándose por Europa y exigiendo 100 euros a cada ciudadano por supuestos delitos, pero ha ocurrido, a través de internet, y han conseguido timar a miles de europeos durante casi dos años, sin que la verdadera Policía fuera capaz de hacer nada. Se calcula que el grupo establecido en España obtenía un millón de euros cada año. Es, según el Ministerio del Interior, “una de las mayores redes cibercriminales especializada en infectar millones de ordenadores de todo el mundo”.

El director de Europol, Rob Wainwright, ha anunciado esta tarde en Madrid que han detenido al creador del llamado “virus de la Policía”, un ruso de 27 años, mientras estaba de vacaciones en Emiratos Árabes Unidos. Era, según ha admitido Wainwright, un asunto personal. Los ciberdelincuentes bloqueaban los ordenadores de sus víctimas y usaban la imagen de los cuerpos policiales de 22 países de la UE para exigir el pago de una multa por un supuesto delito si querían desbloquearlos. La web de la Oficina de Seguridad del Internauta de INTECO recibió más de 750.000 visitas relacionadas con este virus en 2012. Era “una estafa masiva”, en palabras de Wainwright. “Incluso usaban mi nombre”, ha declarado.

El proceso de infección era sofisticado, según ha explicado a Materia el inspector jefe José Rodríguez, de la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional. Un usuario entraba a una web y, a menudo gracias a una publicidad insertada en la página por los ciberdelincuentes, un programa escaneaba su ordenador en busca de vulnerabilidades. Ni siquiera hacía falta que el internauta pinchara sobre el anuncio.